Hace un par de semanas que estoy en el limbo más absoluto, lo reconozco. No es porque ya no me interese contar los progresos y dejar testimonio de ellos, sino que estoy pasando una etapa rara. No sé si muchas premamás han pasado por esta fase en la que yo me encuentro, pero sin duda, es algo que no me esperaba que sucediera.
Ya os conté que me sentía rara, como que no me lo creía, y sigo así. A pesar de que el 10 de octubre le escuché el latido y me emocionó muchísimo...aún sigo dudando de si mi pequeño garbancito sigue ahí, si esto es verdad, o sólo un sueño del que más tarde o más temprano me despertaré. Cuando llevas tiempo persiguiendo un sueño, y mira que he tenido la suerte de que no ha sido especialmente largo si miro las historias de muchas mujeres y parejas que están y han estado en mi situación, pues esto parece que no es real, que es sólo una ensoñación.
Todos me recomiendan que disfrute de esta etapa tan bonita, y bueno, pues la estoy disfrutando, aunque creo que aún no al 100%. Me explico. Estoy deseando tener una poca barriguita para poder tener una evidencia fehaciente de que estoy embarazada. Vale que tengo el estómago raro raro, que el pecho me duele con sólo mirarme y que estoy siempre arrastrando un cansancio y una fatiga que me cuesta vivir las 24 horas del día, pero aún así....se me van los ojos detrás de las barriguitas de las embarazadas y no dejo de pensar cuando tendré yo una barrigota para acariciarla y notar sus pataditas. Como dice mi hermana, este embarazo va a ser super largo, no porque sea una pesada hablando de ello, sino porque como hemos seguido el largo proceso desde antes de estar embarazada... pues parece que llevo varios meses, jajaja, entre estimulación ovárica, punción, transferencia, beta, negativo, descanso, transferencia, beta.....positivo!!!!
Hoy estuve hablando con una amiga que ya está de 25 semanas y que está preparando algunas cosas del bebé, algunos muebles y demás. Y dice que ya se la nota, porque será niña, que le da pataditas, y ainsssss, se me antoja algo tan lejano que eso me pase a mí.
Y si a todo esto de que no me lo creo, de que me parece muyyyy lejano todo el mundo relacionado con las premamás, al tremendo miedo que tengo.....no es como yo me esperaba que fuera esta tan maravillosa etapa, jajaja. Cuento las semanas una y otra vez, porque hasta que no pase de las 12 semanas creo que no se me irá ese miedo que siento cada vez que me noto algo en el vientre, que noto humedad en la braguitas y voy corriendo al baño pensando que es una hemorragia.....ains, ilusa de mí que pensaba que esaría loca de contenta, y lo estoy, pero es una alegría contenida, como si me diera miedo a gritar al mundo que estoy loca de contenta porque estoy embarazada por si esto se acaba, por si despierto del sueño.
Y que conste que aún no se me va esa rabia ajena hacia aquellas mujeres que tienen la suerte de quedarse embarazadas de modo natural, por el método diver y sin esperarlo. Que ya es el colmo! Hoy mi madre me contó de dos nuevos embarazos en mi pueblo, precisamente de dos mujeres que ya tienen un primer hijo que aún va en carrito porque no tienen ni un año su primer hijo y ¡zas! ya embarazadas del segundo. Y yo que ni siquiera me doy el lujo de pensar en un futuro en el que tal vez haya otro embarazado, porque eso significará otra temporada en la clínica, otro tiempo de desazón, de soltar pasta y cruzar los dedos.