lunes, 29 de septiembre de 2014

¿Dónde está la alegría?

Desde que me enteré de mi positivo he sentido cosas diferentes que, sin embargo, no eran las que me imaginaba cuando perseguía mi sueño de ser mamá.
El día que me enteré, nunca olvidaré ese 23 de septiembre de 2014, estaba como loca de contenta. Exultante, alegre, incrédula, etc. estaba como loca por gritárselo al mundo, pero tan sólo se lo conté a mis hermanas. Una a una fue contándole mi positivo y ocurrió algo extraño. Mi hermana mayor, con la que me llevo 20 años de diferencia me dijo que mejor no decir nada hasta superados los 3 meses, una vez que ya es todo más seguro. Yo en mi interior pensé...y si tengo un aborto? qué digo que he tenido gastroenteritis? no sé, no lo ví muy lógico. Cierto es que me moría de ganas de decírselo a mi madre, pero es verdad que con lo empática que es ella prefiero decírselo cuando esté todo más seguro, si es que algún día lo está.

Mis otras tres hermanas, además de alegrarse mucho, coincidieron en que no le dijera nada por el momento a mis padres, cosa con la que estaba totalmente de acuerdo. Sin embargo, tanto secretismo hizo que me sintiera mal y que me cohibiera. Así que cuando llegué por la noche a casa y le di la noticia a Marido lo segundo que le dije fue que nada de contar a nadie el positivo. Él desde luego es mucho más prudente que yo, pero aún así también estaba en su derecho de contárselo a su amigo de la infancia y a su hermano. Lo entiendo y lo respeto.

Así que manteniendo todo en secreto este fin de semana he estado con mis amigas de fiesta. No sé cómo pudo aguantar y no decir nada, sobre todo a mi mejor amiga, que de lo primero que se extrañó fue de que no bebiera nada de alcohol en la feria, lógico si yo no perdono una cerveza. Aún así le dije que estaba con la medicación para un segundo intento y lo creyó. 

El caso es que a pesar de mi alegría de los primeros días ahora lo que siento es miedo. Porque después de haber leído tanto en el internet, en foros y en distintos blogs sobre los riesgos de un embarazo por in vitro, hasta que no llegue el miércoles que me hacen mi primera eco de control y ven si el saco embrional está lleno y bien no puedo quedarme tranquila. Así que ahora me ha dado por pensar que tal vez mi embarazo sea una ilusión que se puede desvanecer el miércoles, por eso intento ser cauta y pensar que aún no hay nada seguro.

Tal vez necesite esa confirmación con la ecografía, o tal vez, necesite seguir más pasos para asegurarlo todo. Al fin y al cabo esto de la fecundación in vitro no es sino eso, días, fechas, pasos, controles y tener siempre el corazón en vilo esperando la siguiente prueba.

Así que lejos de estar loca de alegría, estoy acojonada. Así se lo confesé ayer a mi mejor amiga, porque ya no aguantaba más y necesitaba contárselo, al fin y al cabo ella siempre ha estado ahí en todo momento y ya bastante mal me sabía no haberle contado que había hecho un segundo intento. Ella lo entendió perfectamente y me confesó que ese miedo es normal, que a ella en sus dos embarazos le ocurrió lo mismo, que estaba acojonada. Pero se alegró muchísimo y de corazón, lo sé y lo siento. 

Y así las cosas, estoy deseando que llegue el miércoles. No he querido ir sola, ya que Marido está currando y en su trabajo es imposible que le den días libres, ya que trabaja por encargos. Vendrá una de mis hermanas conmigo. Necesito sentir el apoyo de alguien, tanto para recibir las buenas noticias como las malas. Esto es más duro de lo que yo pensaba, y a veces no siento la fortaleza necesaria para afrontar todas estas dudas y miedos. Pero tengo la gran suerte de tener siempre el apoyo incondicional de mis cuatro hermanas, sé que soy muy afortunada por ello, y compartir esta experiencia con ellas es lo mejor que me ha pasado.

martes, 23 de septiembre de 2014

POSITIVO!!!!!!!!

Y AÚN NO ME LO CREO

Cuando ayer estaba derramando lágrimas porque estaba completamente segura de que iba a salir un negativo...uf, hoy estoy con la alegría contenida porque aún no me lo creo, y ya estoy pensando que algo puede salir mal. Pero al menos hoy disfrutaré de mi positivo.

Conseguí aguantar toda la betaespera sin hacerme ningún test de orina. Gracias a mis amigas del grupo de wasapt que están en mi misma situación he encontrado un apoyo tremendo, porque hablar y desahogarte con alguien que está pasando por lo mismo que tú es saber que te entienden. Por mucho que he hablado con mis hermanas siempre tenía esa espinita de que no acababan de entender todos mis miedos y mi desesperación.

En fin que esta mañana no iba muy esperanzada. Me he hecho el análisis de sangre y he pedido hablar con el biólogo de la clínica, quería que me explicase qué íbamos a hacer en la siguiente transferencia, si los íbamos a llevar hasta blastocitos. Me dijo que sí, pero claro, él decía que habría que descongelar los 7 que quedaban congelados para ver cuáles eran los que lo superaban, así se aseguraban cuales eran los mejores, los ganadores. Con el riesgo doble de que me quedara sin embriones para futuras transferencias o que hubiera que congelar algún blastocito y al parecer es más complicado y menos seguro de que sobreviva a la descongelación.

Total que salí de la clínica con el corazón en un puño. Me fui a tomar un café y juro que estaba temblado mientras les contaba a mis hermanas infértiles del wasap todo lo que me habían dicho. Luego otra vez a la carretera, una hora de camino antes de llegar al curro.

Con el móvil bien puesto en la mesa para verlo al segundo, la primera media hora he intentado disimular, pero estaba muerta de miedo. Imposible concentrarme.

Cuando he recibido la llamada del biólogo  y me ha dicho "no sé cómo decirte esto porque no es lo que te esperabas, porque aquí me sale un positivo..." me ha dado un vuelco el corazón. Qué alegría tan grande, pero a la vez miedo.

Ya esta tarde se lo he contado a mis hermanas, no quiero que lo sepan aún mis padres ni más gente porque sé que hay riesgo de que no evolucione, sobre todo en estas primeras semanas. Pero necesitaba compartirlo con alguien. Y aún queda lo mejor, cuando se lo diga esta noche a Marido, que por suerte, se ha olvidado que hoy era la beta y yo no se lo he querido recordar, así que estoy que me muero de ganas por ver la cara que pone. Además voy a preparar una cena especial para ese momento.

Mis hermanas están locas de contentas, pero al igual que yo quieren ser cautas y saben que es muy pronto. Yo confío en ellas y en los consejos que ya me están dando. Saben lo mal que lo he pasado y sé que me quieren muchísimo y quieren lo mejor para mí.

Hoy, al ver a mi madre me ha costado horrores no poder decírselo, se me saltaban las lágrimas, pero quiero decírselo cuando tenga más seguridad porque es muy aprensiva y sé que va tener mucho miedo si le digo que es de apenas tres semanas. Las mujeres antiguas ya se sabe, hasta que no pasan los tres meses no se dice ni mu, jajaj

Quería dar las gracias a Sira y a Petitaless que en cada entrada me dejáis un mensaje de ánimo. Quiero que un día todas podamos celebrar todos los positivos.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Esperando el negativo muerta de miedo

Pues ya está aquí el momento más temido. Mañana me hago la beta y sí, estoy nerviosa, porque a pesar de que espera un negativo, no puedo dejar de pensar que hay un hilo de esperanza que seguramente mañana se cortará.
Y porqué estoy tan segura de mi negativo....por varias razones.

-NO he tenido ningún síntoma extraño. Ni dolor en el vientre, ni dolor en el pecho, ni nada de nada. Algún día he sentido malestar general que achaco al cambio de tiempo, alguna punzada en los ovarios, pesadez en el pecho, pero seamos realistas, estos son los efectos secundarios de la progesterona.

-Espero un negativo por la falta de síntomas y porque después del primer negativo, en el que yo estaba tan ilusionada, parece que estoy predispuesta a tener que soportar otro fracaso, otro chasco, otro negativo. Sinceramente, aunque a veces sueñe con mi reacción ante un positivo, no puedo sino pensar cómo me tomaré este negativo.

-Mañana, en cuanto me haga la beta pediré hablar con el equipo de biólogos para marcar una nueva estrategia. Para ver qué podemos hacer para el futuro. Yo estaba muy contenta porque tenía muchos embriones congelados, pero me da la sensación de que todos se van a ir al garete, que voy a acabar con todos y nunca va a llegar ese ansiado positivo. Y si acabo con todos no sé si podré hacer frente a otra estimulación ovárica, no ya por la tensión y todo lo que conlleva, sino porque se nos han ido gran parte de los ahorros en este tratamiento, en cada transferencia, y tengo la certeza de que agotadas todas las posibilidades, es decir, todos los embriones, no podremos asumir el gasto de otro tratamiento.

-Y no dejo de preguntarme porqué todo es tan difícil. Porqué me ha tenido que tocar a mí este trance tan difícil de soportar. Sé que somos muchas mujeres y muchas parejas las que estamos metidas en esto, y lejos de animarme, me desconsuela saber que no tenemos las mismas posibilidades. Que no sólo hacen falta ganas, sino que también hace falta tener suerte, mucha suerte, para que no tengas que recurrir a la reproducción asistida y todo lo que ello conlleva.

-Nunca en mi vida se me pasó por la cabeza esto. En distintos momentos de mi vida he pensado en incontables males que podrían sucederme, pero jamás se me pasó por la cabeza esto. Y cuando estás metida es una mezcla de sentimientos tan difícil de llevar. Es un saco a tus espaldas cargado de miedo, desesperación, desilusión, terror, injusticia, dolor.... y un vacío tremendo por pensar que, aunque tú le pongas todas tus fuerzas y tus ganas, puede suceder que nunca llegará. Y eso es lo que me araña las entrañas.

Y cuando escribo esto estoy aguantando las lágrimas. Muerta de miedo. Y de ganas por ir corriendo a comprar un test para salir de dudas, pero el miedo me paraliza, no soy capaz de que llegue el temido momento del NO. No quiero que llegue ese momento...otra vez.

martes, 16 de septiembre de 2014

No siento nada...¿habrá algo ahí dentro?

Cuando hacen 7 días de la transferencia sigo sin sentir nada especial. Cierto es que en la otra ocasión sentí muchas más molestias, pero creo que estuvieron provocadas por los efectos de la estimulación ovárica y entiendo que los ovarios tenían que volver a su ser.

En esta ocasión, todo está pasando sin pena ni gloria. Me tomo mi medicación, me tomo la vida con más calma, siempre que me dejan, evito hacer esfuerzos, e intento pensar en ello lo menos posible. Favorece mucho el que no se lo haya contado a nadie de mi entorno, porque estoy evitando las preguntas típicas de "sientes algo?" y esas palmaditas de "esta vez va a salir bien". Ahora es cosa mía el que piense o no en mi estado de betaespera, sin necesidad de sentirme observada.

Pero no estoy sintiendo nada más que presión en el vientre, ganas de hacer pis y poco más, mis pechos están esta vez como si nada, ni siquiera se me han hinchado como la otra vez por el efecto de la progesterona, ni me duelen, ni pinchazos ni nada. Así que, ya estoy pensando en la próxima transferencia. Creo que me he alojado en el lago negativo de la vida, para asegurarme un colchón para la caída el día de la beta, y así evitar el golpe tremendo que me dí la otra vez.

Incluso, yendo más allá, ya estoy intentando echar cuentas de la próxima transferencia, para que fecha será, ahorrar dinero para la siguiente intentona, y pensar en otra batalla más. Porque sinceramente, siento dentro de mí que esto no ha cuajado, que se han vuelto a reabsorver si llegar a implantar en mi útero. Es frustrante, pero el tener esta actitud puede que me ayude para el día de la beta negativa.

Anoche soñé que me quedaba embarazada, lo sabía porque me salía leche de los pezones, y dí por hecho que ya lo estaba. NI test, ni beta, yo lo sabía. Y estaba loca de contenta, aguantando las ganas de contárselo a todo el mundo, buscando el momento para contárselo a Marido a solas. En fin, sonó el despertador y mi sueño se esfumó, como se esfuman mis ilusiones.

En mi trabajo no hacen nada más que preguntarme cuando será la próxima intentona, y les he dicho que para cuando me baje la siguiente regla (en cierto modo no estoy mintiendo) así mis salidas del trabajo ya no tendrán que deberse a cosas raras. Aún así, no sé si también les daré largas para evitar las preguntas incómodas. Ya lo pensaré cuando llegue el momento.

Hoy vino al trabajo un compañero que fue padre esta semana, y nos ha estado enseñando las fotos de su hijo, y no he podido sino sentirme mal, me ha dado un bajón, unas ganas de llorar tremendas porque parece tan fácil para algunos y para mí está siendo tan complicado. Yo que siempre pensé que me quedaría embarazada nada más decirlo, y fíjate, ahora estoy en una larga lucha que me está dejando con la moral destrozada y la cartera vacía.

Uf, y aún me quedan otros siete días hasta la beta. En una semana, a esta hora ya sabré si ha salido negativa.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Transferencia hecha!

Después de varios días de intertidumbre por si los embriones congelados sobrevivirían al desongelamiento para poder ser transferidos...pues sí. Ayer mismo me hicieron la transferencia de dos de mis embriones congelados, o frigopeques, jeje. Ahora sólo queda esperar.

Y es que la espera o betaespera es lo peor de todo el proceso. Yo suelo ser muy disciplinada con la medicación que te recetan para estos días, para preparar el endometrio y que todo esté en óptimas condiciones para que se produzca la implantación de los embriones, pero una vez dentro...el azar juega sus cartas.

En esta betaespera me lo estoy tomando de otra manera por varios factores:
1.- No se lo he comentado a nadie, bueno sí, a Marido, una amiga y un grupo de wasap de mujeres que también como yo sufren esto de la infertilidad. No se lo he dicho ni a mis hermanas, ni compañeros de trabajo, ni resto de amigas. ¿porqué? pues porque la otra vez todo eran mensajes de ánimo, de positivismo, de preguntas sobre síntomas, etc que me hicieron albergar muchas esperanzas en que saliera un positivo. Cuando salió negativo tuve que explicarselo a todos y fue muy duro. Así que esta vez voy  a ser más discreta y vivir la betaespera sin que nadie, excepto yo y marido, estemos pendientes de síntomas y resultados.

2.- Me siento más tranquila. Ya he pasado por un fracaso o negativo y sé cómo se siente. Es un dolor extraño, de vacío, de pérdida sin haber habido nada, es raro de explicar. Ya sé a lo que me enfrento, así que intentaré racionalizar todo un poco más y pensar que siempre hay un mañana, una posibilidad de un nuevo intento.

3.- La betaespera será distinta porque si la otra vez me tomé unos días de descanso para el reposo, en esta ocasión voy a seguir con mi vida tal cual. Vale que tendré cuidado con los esfuerzos, pero voy a seguir haciendo mi vida como si nada. En realidad, si la implantación se produce es porque ha de ser así, no hay factores externos que provoquen la no implantación. Y quedarse como una estatua esas dos semanas no te garantiza el éxito.

4.- En esta ocasión cuanto con el apoyo del grupo de amigas infértiles del wasap que sin concernos personalmente entienden lo que siento a la perfección. Compartir tus pensamientos con personas que están pasando por lo mismo que tú ayuda a no sentirte rara porque nadie te entiende. Así que gracias a Laura por haberme introducido en el grupo, porque allí me siento muy a gusto.

5.- Pasaré totalmente de los comentarios que la gente que no sabe del tema te dice por intentar animar. Hoy mismo me han dicho que me ponga un límite, que la vida tiene muchas más cosas y que no me centre sólo en la búsqueda de ser madre. Pues mira, eso es cosa mía, ahora mismo mi vida está centrada en esto, pero eso no quiere decir que descuide todo lo que me rodea y también forma parte de mi vida como trabajo y familia. Así que pasando de comentarios que no me aporten nada.

6.- Y por fin, estoy haciendo el intento para dejar de fumar. Vale que hoy me he fumado dos cigarros, pero para matar la ansiedad, que supongo que no será muy buena tampoco. Pero ahora lo tengo decidido, espero no flaquear.

Y por hoy ya está

martes, 2 de septiembre de 2014

Un largo camino

Cuando fui a la consulta de información para conocer en qué consistía la Fecundación In vitro y más concretamente la técnica ICSI que era la que nosotros necesitábamos, el biólogo que me atendió fue super amable y muy paciente, porque estuvimos casi dos horas charlando sobre el asunto, respondiendo a cada una de mis preguntas, habida cuenta de que yo no sabía absolutamente nada de la reproducción asistida.

Recuerdo que el biólogo me iba poniendo fechas en el calendario y me extrañó que dijera, en un mes puedes estar embarazada. Insistió en la idea de que mucha gente pensaba que esto era un camino largo, pero que la verdad era breve si todo salía bien. En ese momento yo me quedé a cuadros, con una sonrisa velada en mi cara, repitiendo como un mantra "en un mes puedes estar embarazada" "en un mes puedes estar embarazada"....

Pero la diosa Fortuna, como siempre, no estuvo de mi lado y no quiso que mi caso engrosara el dato estadístico que tiraba por tierra esa falsa creencia de que era un proceso largo y engorroso.

Y aquí estoy, a mitad de camino o tal vez sólo al principio de todo. Siendo cada día más consciente de que lograr el embarazo mediante reproducción asistida, además de ser extremadamente caro, es extremadamente largo y angustioso.

Pudo ser pero no fue. Tuve muy buena respuesta a la estimulación ovárica, los óvulos extraídos se fecundaron al 100%, todo iba de perlas y sobre ruedas. Hasta que yo entre a formar parte en la ecuación, y tuve que ser yo sólo la responsable de que se quedarán en mí mis dos embriones, mis mellizos como le gustaba llamarlos a Marido. Y mis embriones se fueron, solos.

Ahora, estoy en la espera de una segunda oportunidad. Y ya conocedora de que cuando te dicen que hay un 50% de probabilidades de éxito significa eso mismamente, que puede que sí o puede que no,  y que siendo yo es más probable el NO. 

Es duro pasar una betaespera, juro que no he sentido tanta desesperación en mucho tiempo, tanta necesidad de saber, tanto deseo contenido, tanta expectación,tantas ganas de que los días pasaran volando. Y ahora estoy a la espera de poder empezar de nuevo y....estoy triste, cabizbaja, desanimada, descorazonada. ¿Y porqué? No lo sé. Tal vez es porque soy un poco más consciente y un poco más realista de lo que hay.

Cuando empecé estaba totalmente convencida de que aquí estaba mi embarazo, que la ciencia me tendía la mano que estaba necesitando. Pero si la ciencia es sabia la naturaleza lo es más. Y aún no alcanzo a entender porqué mi cuerpo no quiere quedarse embarazado cuando aparentemente no hay ningún factor fisiológico que afecte. Y sí, lo sé, sé que hay que tener mente positiva. Pero.... en mi primer intento, con la mente positiva al 100% no fue posible, o sea, que si vuelvo a tener la mente positiva nada me asegura que sea el éxito.

Tengo tal descontrol emocional que no sé si reir o llorar, tirarme por el balcón o por un puente, si salir y gritar al mundo o encerrarme en mi casa. 

lunes, 1 de septiembre de 2014

La tristeza la pasaré sola

No es que vaya a ir a este segundo tratamiento en secreto. Pero sí de forma más discreta. Mis hermanas y mis amigas ya me están preguntando que qué voy a hacer, que para cuando la transferencia y demás, pero es que no quiero tener que volver a pasar por lo mismo de antes, tener que decirle a todo el mundo que no pudo ser.

En esta ocasión, sólo lo sabremos con certeza Marido y yo. Porque así, si sale otro negativo pues no tendré que darle explicaciones a toda la gente de nuevo y soportar las condolencias y las caras largas. Y sobre todo y lo peor, las típicas frases de "anímate, verás como será en la próxima", "no puedes ponerte así de triste porque el cuerpo es sabio y si estás triste no será posible". En fin, son tantas cosas.
Así que en esta ocasión, sólo lo sabrán aquellas ciberseguidoras que lean mi blog, aquellas que están en la misma situación que yo y que saben perfectamente cuales son los sentimientos que se tienen.
Estos últimos días, cada vez que veo a una mujer embarazada o una madre con su hijo no dejo de preguntarme cuándo seré yo la que esté en ese lugar, cuándo me tocará a mí, estaré preparada?
Me hago tantas preguntas que incluso he pensado en sí es el momento, si Marido es la persona con la que quiero tener un hijo, si yo estoy preparada para tener un hijo, si seré capaz, si mi casa, si mi familia, si ....todo. Le he dado vueltas a todo.
Y encima, con el tabaco lo llevo fatal. Desde ayer estoy reduciendo muchísimo la cantidad de cigarros diarios para que un día dejarlo del todo no sea tan drástico ni me cree tanta ansiedad. Son tantas las cosas que hago mal. Y sí, en cuanto vea la doble raya ya no vuelvo a fumar más, pero mientras, como tengo tendencia autodestructiva, a veces pienso que es una manera de hacerme mal por no ser capaz de ser madre, por ser una mujer infértil que ni siquiera sabe llevar una casa.
Se me pasan tantas cosas por la cabeza que es casi imposible desconectar.