martes, 2 de septiembre de 2014

Un largo camino

Cuando fui a la consulta de información para conocer en qué consistía la Fecundación In vitro y más concretamente la técnica ICSI que era la que nosotros necesitábamos, el biólogo que me atendió fue super amable y muy paciente, porque estuvimos casi dos horas charlando sobre el asunto, respondiendo a cada una de mis preguntas, habida cuenta de que yo no sabía absolutamente nada de la reproducción asistida.

Recuerdo que el biólogo me iba poniendo fechas en el calendario y me extrañó que dijera, en un mes puedes estar embarazada. Insistió en la idea de que mucha gente pensaba que esto era un camino largo, pero que la verdad era breve si todo salía bien. En ese momento yo me quedé a cuadros, con una sonrisa velada en mi cara, repitiendo como un mantra "en un mes puedes estar embarazada" "en un mes puedes estar embarazada"....

Pero la diosa Fortuna, como siempre, no estuvo de mi lado y no quiso que mi caso engrosara el dato estadístico que tiraba por tierra esa falsa creencia de que era un proceso largo y engorroso.

Y aquí estoy, a mitad de camino o tal vez sólo al principio de todo. Siendo cada día más consciente de que lograr el embarazo mediante reproducción asistida, además de ser extremadamente caro, es extremadamente largo y angustioso.

Pudo ser pero no fue. Tuve muy buena respuesta a la estimulación ovárica, los óvulos extraídos se fecundaron al 100%, todo iba de perlas y sobre ruedas. Hasta que yo entre a formar parte en la ecuación, y tuve que ser yo sólo la responsable de que se quedarán en mí mis dos embriones, mis mellizos como le gustaba llamarlos a Marido. Y mis embriones se fueron, solos.

Ahora, estoy en la espera de una segunda oportunidad. Y ya conocedora de que cuando te dicen que hay un 50% de probabilidades de éxito significa eso mismamente, que puede que sí o puede que no,  y que siendo yo es más probable el NO. 

Es duro pasar una betaespera, juro que no he sentido tanta desesperación en mucho tiempo, tanta necesidad de saber, tanto deseo contenido, tanta expectación,tantas ganas de que los días pasaran volando. Y ahora estoy a la espera de poder empezar de nuevo y....estoy triste, cabizbaja, desanimada, descorazonada. ¿Y porqué? No lo sé. Tal vez es porque soy un poco más consciente y un poco más realista de lo que hay.

Cuando empecé estaba totalmente convencida de que aquí estaba mi embarazo, que la ciencia me tendía la mano que estaba necesitando. Pero si la ciencia es sabia la naturaleza lo es más. Y aún no alcanzo a entender porqué mi cuerpo no quiere quedarse embarazado cuando aparentemente no hay ningún factor fisiológico que afecte. Y sí, lo sé, sé que hay que tener mente positiva. Pero.... en mi primer intento, con la mente positiva al 100% no fue posible, o sea, que si vuelvo a tener la mente positiva nada me asegura que sea el éxito.

Tengo tal descontrol emocional que no sé si reir o llorar, tirarme por el balcón o por un puente, si salir y gritar al mundo o encerrarme en mi casa. 

1 comentario:

  1. Tienes razón en que la naturaleza parece que se burla de nosotras o es que somos personas sin suerte, no lo sé.
    Yo no puedo quejarme de la vida que tengo, gracias a Dios, pero me falta algo, y no llega.
    No se me ocurre forma de animarte porque yo a veces me siento parecido...
    Pero al saber que hay tanta gente como tú, como nosotras, que está pasando por lo mismo...
    Sólo decirte: segunda icsi.. Las posibilidades de un positivo son muchas

    ResponderEliminar