viernes, 29 de mayo de 2015

A una semana de la fecha de parto

Sin querer dejé de escribir en este blog. Y ahora, por el insomnio que me provocan las últimas semanas del embarazo he recaído en él, con una mezcla de esperanza y desasosiego o más bien tristeza sin sentido. 

Cuando se supone que debería estar más feliz que nunca porque está cerca la llegada de mi princesa...me siento triste, estoy enfadada conmigo, no soporto a marido cerca de mí pero no lo quiero lejos, todo me hace llorar...y es que siento que después de haber esperado tanto tiempo, tantos meses, tantos sinsabores, tantas desilusiones, parece que nunca va a llegar el momento. Tengo la sensación de que un día despertaré y no estaré embarazada, será sólo el recuerdo pegajoso y mortecino de un sueño inducido por somníferos cuando la noche anterior te tomaste una pastilla para poder anular la tristeza y el llanto.

Y no encuentro a nadie que me comprenda cuando le explico cómo me siento, por eso lo lanzo aquí, para desahogarme. Nadie entiende que vuelva a sentirme como en aquellos fatídicos días en los que tuve que asumir que si quería ser madre tendría que acudir a la reproducción asistida. A esos días en los que tras haber puesto tus ilusiones, tu cuerpo y tu dinero en manos de desconocidos para que te fabricasen tu sueño de ser madre, aún seguías dudando de si se cumpliría tu sueño o sería una pesadilla más. Esperando un positivo que se convirtió en negativo y con el que lloraste como si hubieras perdido a tu hijo dentro de tí, esperando un tiempo prudencial, vacío e inerte para tener una segunda oportunidad. Que llegó, pero a que precio y de qué manera. Tan artificial y tan calculada.

Y sí, no me puedo quejar, porque he tenido un embarazo buenísimo. Exceptuando el susto que me llevé en enero cuando me tuvieron que drenar la glándula de bartolino y tuvieron que ponerme anestesia y antibióticos, el resto ha sido muy bueno, todo se ha desarrollado con normalidad.

Tan sólo el último mes de embarazo ya empecé a tener problemas con la contractura crónica que tengo por la escoliosis de la columna, a lo que se sumó la ciática.  Así que desde el 7 de mayo me encuentro de baja médica, metida en mi casa, saliendo lo justo para darle un mini paseo a mis perros si la ciática me deja caminar, e intentando llevar una vida medio normal. Si es que se puede decir que esto es vida, porque yo pensaba que estar en casa tumbada y tranquila iba a ser el premio al final del embarazo para poder estar descansada y preparada para la llegada de mi princesa. Pero ha resultado ser como estar en una cárcel, incomunicada más allá de las visitas de mi suegra, las pocas palabras que cruzo con marido porque llega tan cansado que a los 10 minutos de cenar se queda dormido día sí y día también. Así que mis quejas, mis alegrías, mis descubrimientos, mis desvelos...se quedan en mis labios o en mi cabeza esperando una oportunidad para poder sacarlos y liberarlos de mí. Esperando de esa manera que mis últimas semanas sean más llevaderas. Está claro que al no poder hacerlo pues se me atragantan y ahora estoy sufriendo las consecuencias del atoramiento de tantos sentimientos encontrados.

Y sí, llevo días llorando sin parar. He empezado a buscar en google "depresión pre-parto" y ese tipo de cosas. Cuando en realidad lo que siento es un miedo atroz a que mi sueño no llegue a cumplirse, a que sea sólo eso un sueño del que voy a despertar tarde o temprano, será por eso que cada mañana lo primero que hago es palparme la barriga para sentir que sigue ahí, gorda, tersa y extendida. 

Y me muero de ganas porque llegue ya el parto, porque el dolor me haga sentir que todo esto es real, que no es un sueño. Y pasan los días y a mí se me hace cada vez más eternos estos días, esperando que llegue el momento que tanto ansío.

Y mientras, sigo llorando, sigo pasando las noches en vela y sigo sin soportar a marido porque él vive su vida normal, sin complicaciones de ningún tipo, marcando su propio ritmo y sus movimientos sin ser consciente del cambio que se va a producir en nuestras vidas. ¿o será sólo en la mía como hasta ahora?

jueves, 22 de enero de 2015

¡Será una princesita!

Ayer supe por fin que mi bebé será niña. Durante las 20 semanas de embarazo he estado tan convencida de que sería niño, aunque en el fondo prefería niña, que cuando ayer me lo dijeron se me saltaron las lágrimas de la emoción.
Una de las sensaciones que tuve en ese momento fue que por fin era real, que esos movimientos en mi vientre son de mi pequeña, que está ahí, creciendo y formándose para ser nuestra princesita.
Compartir esto con marido está siendo una de las experiencias más bonitas. Si al principio el miedo nos impedía estar ilusionados, ser prudentes, sin dejar atrás todo lo pasado para conseguir a nuestra bebé....es ahora cuando realmente estamos viviendo esta experiencia como debe ser. Ahora más que nunca estamos ilusionados, con miradas cómplices, con besitos de amor y felicidad, con muchos mimos y sabiendo que estamos en el camino correcto, esperando a nuestra bebé con toda la ilusión de el mundo.

viernes, 2 de enero de 2015

2015 será nuestro año

Uff cuánto tiempo sin pasarme por aquí. Supongo que la tranquilidad que me dio superar la semana 12 sin contratiempos me hizo dejar atrás un poco de lastre del miedo y afrontar el resto del embarazo con más alegría e ilusión. Ahora mismo me encuentro de 18 semanas+1 y estoy en una nube de felicidad junto con mi chico. Es increíble como este embarazo nos ha unido más si cabe. Se me cae la baba como una tonta cada vez que mi chico me toca la barriga, se pone a escuchar al chiquitín o hablar del futuro como familia de tres.

No dejo de tener muchísimas dudas en esto del embarazo. Vale que muchas amigas y familia me aconsejan, pero es increíble la cantidad de dudas que se me pasan por la cabeza. Hace poco, reunida con unas amigas que ya son madres me dijeron que no podía cruzarme de piernas. Miré en internet y vi que es como un mito, pero aún así, desde entonces evito cruzarme de piernas. glups!!

Bueno, contaré un poco los avances del embarazo. El 24 de noviembre ya por fin fui a la primera revisión por la Seguridad Social, como todo va bien, decidimos ir por la Seguridad Social porque no era necesario ir por lo privado y seguir soltando pasta gansa cuando no había ningún problema con el embarazo, no es ni de riesgo ni nada. El ginecólogo resultó ser un tipo muy soso al que le tuve que hacer un sinfín de preguntas porque él no me explicó apenas nada. Lo único que me dijo es si estaría dispuesta a hacerme la prueba de la amniocentesis si fuera necesaria. Lo hizo antes de la eco, imagino que para tomar medidas si yo aceptaba. Al final resultó que el riesgo era bajo y no es necesaria la prueba. Fue algo que me dejó super tranquila, porque esa prueba me daba muchísimo miedo.

Pues eso fue lo único que me dijo. Todo lo demás se lo tuve que sacar yo con insistentes preguntas como el nivel de toxoplasmosis, ya que convivo con dos perros y estoy metida de lleno en una protectora, por lo que mi contacto con animales es muy alto. Pues negativa, así que cuidado con las carnes crudas, verduras sin limpiar y gatos, mi estilo de vida no afecta para nada. También tuve que preguntar porque desde el inicio del embarazo me salió un bartolino, que para quien no sepa que es resulta ser la inflamación del glándula de bartolini por obstrucción del conducto de salida, que precisamente se encuentra en la entrada de la vagina, y es la encargada de producir el flujo vaginal. En fin, que me recetó unos antibióticos que no me han hecho absolutamente nada, claro está que si hubiese sido al principio del bartolino pues hubiese desaparecido, pero como llevaba ya un par de meses, pues nada, que se ha quedado conmigo para todo el embarazo, porque sólo se puede quitar con una pequeña intervención que necesita de anestesia y que por lo tanto está descartada durante estos meses.

Mi pequeño midió en esa ecografía 7.6 milímetros, que según el ginecólogo correspondía  a la semana 13+5, y yo estaba de 12 +5, por lo que estimó que iba a ser grande. Le dije que mi embrión tenía ya 4 días cuando me lo transfirieron, que si eso podía haber influido, y me dijo que sí, pero sin mucha convicción.

La segunda revisión el ginecólogo resultó ser algo más agradable, poquito más. Se me ocurrió preguntar si ya se veía si era niño o niña y me dijo que no. Al salir de la consulta, mi hermana me dijo que eso no se pregunta, que a los ginecólogos les sienta fatal que las futuras madres pregunten eso en lugar de preguntar si todo va bien. Claro que también lo pregunté, pero bueno, sólo quería que me lo dijese si lo veía. Se movía muchísimo, era casi imposible tomarle las medidas, pero al final resultó que mi chiquitín pesaba 176 gramos, confirmado que sigue siendo un grandote. Y eso me lleva a pensar que será niño, es como un presentimiento o sexto sentido que me hace asegurar casi al 100% que será niño. Lástima, yo quería una niña, pero eso son las cosas que nadie puede prever y que, aún así, nos gusta tanto apostar y hacer quinielas, jajja, como si lo fuéramos a querer menos si no es del sexo que deseamos. Pero todo va perfecto, así que salí super contenta y mucho más tranquila.

Esta eco fue mucho más especial, ya que desafortunadamente mi chico estaba en paro, por lo que por fin pudo asistir a una ecografía. Aunque se mostró frío a mis preguntas de si se había emocionado, sé que fue así, lo conozco y le encantó y sorprendió a la vez ver como se movía el pequeño. Desde ese día está loco de contento, se lo dice a todo el mundo y ya le ha puesto nombre (un nombre que a mí no me gusta, argg) le habla a la barriga, se pasa la noche abrazado a mi y mi barriga, le encanta tocarla y está como loco mimándome. Yo, jjaja, como no, estoy en una nube, disfrutando como una enana del embarazo y de mi chico.

Casi pasadas las fiestas navideñas puedo decir que es un rollo no poder tomarse una copita para celebrar, jajja, pero no me importa en absoluto porque lo que más me apetecía era estar en casita con mi chico en plan tranquilo y con nuestros perritos pegados a nosotros.

Sólo espero que este nuevo año nos traiga a todas las mamis lo que deseamos, salud para nosotras, nuestros pequeños...y por supuesto, ojalá todas las mamis que están en la lucha de la infertilidad puedan conseguir su meta. Nada me alegra más que saber de positivos vuestros, porque sé que son más deseados, más peleados y más valorados.

martes, 21 de octubre de 2014

Escuché su latido

Hace un par de semanas que estoy en el limbo más absoluto, lo reconozco. No es porque ya no me interese contar los progresos y dejar testimonio de ellos, sino que estoy pasando una etapa rara. No sé si muchas premamás han pasado por esta fase en la que yo me encuentro, pero sin duda, es algo que no me esperaba que sucediera.

Ya os conté que me sentía rara, como que no me lo creía, y sigo así. A pesar de que el 10 de octubre le escuché el latido y me emocionó muchísimo...aún sigo dudando de si mi pequeño garbancito sigue ahí, si esto es verdad, o sólo un sueño del que más tarde o más temprano me despertaré. Cuando llevas tiempo persiguiendo un sueño, y mira que he tenido la suerte de que no ha sido especialmente largo si miro las historias de muchas mujeres y parejas que están y han estado en mi situación, pues esto parece que no es real, que es sólo una ensoñación.

Todos me recomiendan que disfrute de esta etapa tan bonita, y bueno, pues la estoy disfrutando, aunque creo que aún no al 100%. Me explico. Estoy deseando tener una poca barriguita para poder tener una evidencia fehaciente de que estoy embarazada. Vale que tengo el estómago raro raro, que el pecho me duele con sólo mirarme y que estoy siempre arrastrando un cansancio y una fatiga que me cuesta vivir las 24 horas del día, pero aún así....se me van los ojos detrás de las barriguitas de las embarazadas y no dejo de pensar cuando tendré yo una barrigota para acariciarla y notar sus pataditas. Como dice mi hermana, este embarazo va a ser super largo, no porque sea una pesada hablando de ello, sino porque como hemos seguido el largo proceso desde antes de estar embarazada... pues parece que llevo varios meses, jajaja, entre estimulación ovárica, punción, transferencia, beta, negativo, descanso, transferencia, beta.....positivo!!!!

Hoy estuve hablando con una amiga que ya está de 25 semanas y que está preparando algunas cosas del bebé, algunos muebles y demás. Y dice que ya se la nota, porque será niña, que le da pataditas, y ainsssss, se me antoja algo tan lejano que eso me pase a mí.

Y si a todo esto de que no me lo creo, de que me parece muyyyy lejano todo el mundo relacionado con las premamás, al tremendo miedo que tengo.....no es como yo me esperaba que fuera esta tan maravillosa etapa, jajaja. Cuento las semanas una y otra vez, porque hasta que no pase de las 12 semanas creo que no se me irá ese miedo que siento cada vez que me noto algo en el vientre, que noto humedad en la braguitas y voy corriendo al baño pensando que es una hemorragia.....ains, ilusa de mí que pensaba que esaría loca de contenta, y lo estoy, pero es una alegría contenida, como si me diera miedo a gritar al mundo que estoy loca de contenta porque estoy embarazada por si esto se acaba, por si despierto del sueño.

Y que conste que aún no se me va esa rabia ajena hacia aquellas mujeres que tienen la suerte de quedarse embarazadas de modo natural, por el método diver y sin esperarlo. Que ya es el colmo! Hoy mi madre me contó de dos nuevos embarazos en mi pueblo, precisamente de dos mujeres que ya tienen un primer hijo que aún va en carrito porque no tienen ni un año su primer hijo y ¡zas! ya embarazadas del segundo. Y yo que ni siquiera me doy el lujo de pensar en un futuro en el que tal vez haya otro embarazado, porque eso significará otra temporada en la clínica, otro tiempo de desazón, de soltar pasta y cruzar los dedos.

viernes, 3 de octubre de 2014

Mi pequeña lentejilla

Parece que empiezo a creerme un poco más lo del embarazo. Tras la primera eco de control en la clínica y haber visto la manchita de mi lentejita parece que estoy más convencida de que no es un sueño. 

Aunque sólo estoy de 5 semanas y es muy pronto para escuchar el latido, al menos ya tengo confirmado que el saco embrional está en el sitio correcto y en perfecto estado. Al menos de momento, porque aunque ya parece que me lo creo más, aún sigo estando muertita de miedo por ver la siguiente ecografía.

Así que el viernes, 10 de octubre, tengo la siguiente prueba y según mi ginecólogo al estar de 6 semanas ya podré escuchar su latido. 

Hablando con mis hermanas y amigas sobre el miedo que siento me han dicho que es lo más normal, que ese miedo no se me va a ir en todo el embarazo, y especialmente hasta que pasen los 3 primeros meses. OHHHH yo creía que iba a ser la viva imagen de la felicidad y la alegría, y lo que estoy es cagadita de miedo.

Y sigo sin síntomas aparentes, porque no tengo naúseas ni nada, tan sólo pesadez en el pecho y el vientre hinchado como un globo que imagino será efecto de la progesterona. Pero si sigue la cosa así, lo firmo, jajaj.

Hoy estoy mucho más animada, porque además es mi cumple y es especial, sin lugar a dudas. Así que quiero disfrutarlo todo lo que pueda con las personas que tengo a mi alrededor.

lunes, 29 de septiembre de 2014

¿Dónde está la alegría?

Desde que me enteré de mi positivo he sentido cosas diferentes que, sin embargo, no eran las que me imaginaba cuando perseguía mi sueño de ser mamá.
El día que me enteré, nunca olvidaré ese 23 de septiembre de 2014, estaba como loca de contenta. Exultante, alegre, incrédula, etc. estaba como loca por gritárselo al mundo, pero tan sólo se lo conté a mis hermanas. Una a una fue contándole mi positivo y ocurrió algo extraño. Mi hermana mayor, con la que me llevo 20 años de diferencia me dijo que mejor no decir nada hasta superados los 3 meses, una vez que ya es todo más seguro. Yo en mi interior pensé...y si tengo un aborto? qué digo que he tenido gastroenteritis? no sé, no lo ví muy lógico. Cierto es que me moría de ganas de decírselo a mi madre, pero es verdad que con lo empática que es ella prefiero decírselo cuando esté todo más seguro, si es que algún día lo está.

Mis otras tres hermanas, además de alegrarse mucho, coincidieron en que no le dijera nada por el momento a mis padres, cosa con la que estaba totalmente de acuerdo. Sin embargo, tanto secretismo hizo que me sintiera mal y que me cohibiera. Así que cuando llegué por la noche a casa y le di la noticia a Marido lo segundo que le dije fue que nada de contar a nadie el positivo. Él desde luego es mucho más prudente que yo, pero aún así también estaba en su derecho de contárselo a su amigo de la infancia y a su hermano. Lo entiendo y lo respeto.

Así que manteniendo todo en secreto este fin de semana he estado con mis amigas de fiesta. No sé cómo pudo aguantar y no decir nada, sobre todo a mi mejor amiga, que de lo primero que se extrañó fue de que no bebiera nada de alcohol en la feria, lógico si yo no perdono una cerveza. Aún así le dije que estaba con la medicación para un segundo intento y lo creyó. 

El caso es que a pesar de mi alegría de los primeros días ahora lo que siento es miedo. Porque después de haber leído tanto en el internet, en foros y en distintos blogs sobre los riesgos de un embarazo por in vitro, hasta que no llegue el miércoles que me hacen mi primera eco de control y ven si el saco embrional está lleno y bien no puedo quedarme tranquila. Así que ahora me ha dado por pensar que tal vez mi embarazo sea una ilusión que se puede desvanecer el miércoles, por eso intento ser cauta y pensar que aún no hay nada seguro.

Tal vez necesite esa confirmación con la ecografía, o tal vez, necesite seguir más pasos para asegurarlo todo. Al fin y al cabo esto de la fecundación in vitro no es sino eso, días, fechas, pasos, controles y tener siempre el corazón en vilo esperando la siguiente prueba.

Así que lejos de estar loca de alegría, estoy acojonada. Así se lo confesé ayer a mi mejor amiga, porque ya no aguantaba más y necesitaba contárselo, al fin y al cabo ella siempre ha estado ahí en todo momento y ya bastante mal me sabía no haberle contado que había hecho un segundo intento. Ella lo entendió perfectamente y me confesó que ese miedo es normal, que a ella en sus dos embarazos le ocurrió lo mismo, que estaba acojonada. Pero se alegró muchísimo y de corazón, lo sé y lo siento. 

Y así las cosas, estoy deseando que llegue el miércoles. No he querido ir sola, ya que Marido está currando y en su trabajo es imposible que le den días libres, ya que trabaja por encargos. Vendrá una de mis hermanas conmigo. Necesito sentir el apoyo de alguien, tanto para recibir las buenas noticias como las malas. Esto es más duro de lo que yo pensaba, y a veces no siento la fortaleza necesaria para afrontar todas estas dudas y miedos. Pero tengo la gran suerte de tener siempre el apoyo incondicional de mis cuatro hermanas, sé que soy muy afortunada por ello, y compartir esta experiencia con ellas es lo mejor que me ha pasado.

martes, 23 de septiembre de 2014

POSITIVO!!!!!!!!

Y AÚN NO ME LO CREO

Cuando ayer estaba derramando lágrimas porque estaba completamente segura de que iba a salir un negativo...uf, hoy estoy con la alegría contenida porque aún no me lo creo, y ya estoy pensando que algo puede salir mal. Pero al menos hoy disfrutaré de mi positivo.

Conseguí aguantar toda la betaespera sin hacerme ningún test de orina. Gracias a mis amigas del grupo de wasapt que están en mi misma situación he encontrado un apoyo tremendo, porque hablar y desahogarte con alguien que está pasando por lo mismo que tú es saber que te entienden. Por mucho que he hablado con mis hermanas siempre tenía esa espinita de que no acababan de entender todos mis miedos y mi desesperación.

En fin que esta mañana no iba muy esperanzada. Me he hecho el análisis de sangre y he pedido hablar con el biólogo de la clínica, quería que me explicase qué íbamos a hacer en la siguiente transferencia, si los íbamos a llevar hasta blastocitos. Me dijo que sí, pero claro, él decía que habría que descongelar los 7 que quedaban congelados para ver cuáles eran los que lo superaban, así se aseguraban cuales eran los mejores, los ganadores. Con el riesgo doble de que me quedara sin embriones para futuras transferencias o que hubiera que congelar algún blastocito y al parecer es más complicado y menos seguro de que sobreviva a la descongelación.

Total que salí de la clínica con el corazón en un puño. Me fui a tomar un café y juro que estaba temblado mientras les contaba a mis hermanas infértiles del wasap todo lo que me habían dicho. Luego otra vez a la carretera, una hora de camino antes de llegar al curro.

Con el móvil bien puesto en la mesa para verlo al segundo, la primera media hora he intentado disimular, pero estaba muerta de miedo. Imposible concentrarme.

Cuando he recibido la llamada del biólogo  y me ha dicho "no sé cómo decirte esto porque no es lo que te esperabas, porque aquí me sale un positivo..." me ha dado un vuelco el corazón. Qué alegría tan grande, pero a la vez miedo.

Ya esta tarde se lo he contado a mis hermanas, no quiero que lo sepan aún mis padres ni más gente porque sé que hay riesgo de que no evolucione, sobre todo en estas primeras semanas. Pero necesitaba compartirlo con alguien. Y aún queda lo mejor, cuando se lo diga esta noche a Marido, que por suerte, se ha olvidado que hoy era la beta y yo no se lo he querido recordar, así que estoy que me muero de ganas por ver la cara que pone. Además voy a preparar una cena especial para ese momento.

Mis hermanas están locas de contentas, pero al igual que yo quieren ser cautas y saben que es muy pronto. Yo confío en ellas y en los consejos que ya me están dando. Saben lo mal que lo he pasado y sé que me quieren muchísimo y quieren lo mejor para mí.

Hoy, al ver a mi madre me ha costado horrores no poder decírselo, se me saltaban las lágrimas, pero quiero decírselo cuando tenga más seguridad porque es muy aprensiva y sé que va tener mucho miedo si le digo que es de apenas tres semanas. Las mujeres antiguas ya se sabe, hasta que no pasan los tres meses no se dice ni mu, jajaj

Quería dar las gracias a Sira y a Petitaless que en cada entrada me dejáis un mensaje de ánimo. Quiero que un día todas podamos celebrar todos los positivos.